lunes, 28 de diciembre de 2015

LA ÉTICA MARIATEGUISTA FRENTE AL NEOLIBERALISMO




Por Julio Yovera.
Hace poco más de un siglo los jóvenes rebeldes encontraron en Manuel González Prada a su maestro; lo escucharon porque lo vieron  desafiante e irreverente; confrontante con el orden y la casta entreguista. Su frase “los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra” fue una invitación a ingresar al escenario de la lucha social y comprometerse con el cambio.  
Víctor Raúl Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui fueron seguidores del Maestro; lo fueron también César Vallejo, Antenor Orrego, Abraham Valdelomar, José Sabogal, Hildebrando Castro Pozo, entre otros.  
El antiimperialismo que cultivó el APRA en los jóvenes, fue, como en el caso de los cristianos en los tiempos de los Césares, la fortaleza que les dio mística para enfrentar el destierro, la cárcel y la muerte.
En el caso de Mariátegui, él mismo era la personificación de una vida heroica. Con una dolencia física y un miembro mutilado, se hizo luz y conciencia de los jóvenes del país. Y en una sociedad que entendía la política como ventaja y acomodo, él la asumió como apostolado, como el cultivo de un inmenso “ideal humano”.
Lamentablemente, el APRA, después de los dos gobiernos de  Alan García, se convirtió en un partido del sistema y hoy convive con la derecha en el orden neoliberal y en el charco de la corrupción.   
Por su parte, la organización que legó Mariátegui, se dividió. De los dos partidos realmente existentes, PCP y PC del P, Patria Roja, el último es calificado de radical por la derecha; y, de reformista y “revisionista” por el dogmatismo. A pesar de todas las campañas de desprestigio, que se amenguan o intensifican por periodos, Patria Roja tiene vigencia.      
En las tres últimas décadas, los jóvenes de Patria Roja estuvieron en las calles luchando contra el delincuente, Fujimori; lo hicieron con Juventud Popular. Posteriormente, como Juventud Comunista, J.C., han estado en la primera fila de lucha contra las medidas de saqueo y de violación de derechos del modelo neoliberal.  
Llegamos al presente proceso electoral. Las campañas de los partidos del sistema, discurrirán por los rieles que el poder ya les trazó. La derecha ofrecerá mantener incólume el “orden” e insistirá que sin libertad absoluta del mercado, no habrá progreso ni democracia posibles.  
Para derrotar esta campaña y avanzar al perfilamiento de una propuesta progresista y democrática, Patria Roja se propuso hacer del proceso electoral una confrontación entre cambio o continuismo. Avanzar en esa dirección requiere de una organización de izquierda unificada, que incorpore a todas las vertientes populares y democráticas; y visionar el mediano y largo plazo dentro de una estrategia de abrir un camino distinto al que impone el imperio. Poner en el centro del debate el cambio del modelo extractivista y la lucha contra la corrupción institucionalizada, por poner solo dos temas medulares.   
Los prejuicios y celos pudieron más. La unidad del pueblo, pese a que es una necesidad, no se asume. Falta sentido común para entender la realidad y falta sentido práctico para enfrentarla.
El Frente Amplio es la concreción de un esfuerzo valioso. Pudo ser la organización de la gran unidad. Paradójicamente, han sido sus líderes quienes lo han impedido. La visión cortoplacista y su anticomunismo son patéticos.
Neruda, sobre el anticomunismo decía: “aquí todos son bienvenidos, menos los comunistas”, “todos tienen el derecho de celebrar la caída del tirano, menos los que más firmemente lo combatieron”. El anticomunismo es “patrimonio” de todas las cavernas y no nos extraña; pero, el anticomunismo de los sectores “progresistas” e “izquierdistas”, francamente espanta.
Con Únete se intentó dar vida orgánica a un sector de la izquierda y el progresismo. El Partido hizo los esfuerzos del caso y buscó comprometer a otras fuerzas. Primero con el Partido de Simón, que generó legítima resistencia porque lo de Bagua es algo que no se puede – ni debe - olvidar.
Después contactó con Democracia Directa, la organización de los fonavistas. Parecía que se avanzaba.
Se organizaron elecciones internas y hubo entusiasmo de la militancia y el activismo.  Posteriormente, cuando los directivos de D.D., advirtieron que los resultados no les eran favorables, decidieron cancelar el proceso, atentando no solo el ámbito electoral, sino el que tenía que ver con la unidad más de largo aliento.
Patria Roja siguió golpeando puertas. Retomó las conversaciones con el Frente Amplio, no para pedirles cupo, sino para sentar coincidencias y para pergeñar las bases de una unidad duradera. Se volvió a topar con esa visión estrecha. Y la posibilidad de la unidad se fue esfumando.
Para entonces ya se conocían las intenciones de Gregorio Santos  (líder de las rondas campesinas, presidente (o gobernador) de la Región de Cajamarca, y hasta hace poco dirigente de Patria Roja) de ir como candidato a la Presidencia por Democracia Directa, es decir, con la misma organización que boicoteó el esfuerzo de unidad.
No era cualquier cosa lo que estaba ocurriendo. Se trataba de la conducta política de un dirigente importante del Partido, hoy detenido e investigado por el Ministerio Público.
Hoy se sabe que el Partido ha tomado la decisión de no participar en este proceso electoral y no avalará la candidatura de Santos, por los motivos expuestos en la Declaración pública.
Esta decisión ha movido las aguas. Algunos militantes y cuadros se han sentido defraudados porque, consideran que se debe respaldar a Gregorio, aun cuando su ética deje mucho que desear y aun cuando pretenda poner al  Partido al servicio de su proyecto personal. No compartimos ese raciocinio pragmático y oportunista. Comprendemos sí a algunos jóvenes que se obnubilan porque no han tenido la experiencia que los años dan; pero, es inconcebible en personas trajinadas que avalan esta conducta por simple cálculo.
Dígase de paso, no es la primera vez que se vive un problema así. El Partido siempre supo zanjar a tiempo con algunos elementos, que no obstante su destacada trayectoria, quisieron aprovecharse e intentaron socavar la integridad del Partido.
Los tiempos nos llevan a intensificar la formación ideológica y de valores entre sus cuadros. . En esto, la izquierda y el Partido tienen una ventaja: la derecha jamás pondrá apasionar y dar ideales altruistas a la juventud.
Estamos convencidos que el Partido saldrá adelante, fortalecido y renovado. El pragmatismo maquiavélico: “el fin justifica los medios”, no tiene cabida en las filas de los comunistas.
Esa es su fortaleza frente al neoliberalismo.  


























viernes, 18 de diciembre de 2015

LA IZQUIERDA, NO SOLO RENOVACIÓN GENERACIONAL


Por Julio Yovera.
La crisis de la izquierda no es exclusivamente generacional. Si así fuera, su recuperación sería sencilla, bastaría darles a los jóvenes la conducción de las organizaciones políticas de izquierda existentes. El relevo generacional, visto como un asunto cronológico y biológico,  no significa un salto de calidad. Las limitaciones ya históricas de la izquierda tienen que ver con factores de mayor significatividad.
Veamos el discurrir de la izquierda peruana.  
Después de la etapa auroral de Mariátegui, los sectores socialistas y comunistas fueron perdiendo el horizonte que el Amauta esbozó para un Partido en una sociedad como la nuestra; él no se quedó en el análisis clasista de la economía y la superestructura, como proponía el dogma, sino que estudió el tema de las nacionalidades nativas, de las comunidades “indígenas”, el de las nacionalidades. Con su partida temprana, su pensamiento se hizo a un lado.
Después, yerros tras yerros, como aquél de apoyar a supuestos representantes de una supuesta burguesía nacional, llegando al excesos el de calificar a Prado como el “Stalin peruano”. Los que tuvieron la responsabilidad de conducir el Partido, se convirtieron en una capilla desligada de las bases, sin una real ligazón con el movimiento obrero y campesino; lo que aprovechó el APRA.
En los 50s, Odría asumió el poder y los comunistas fueron perseguidos. Muchos camaradas ejemplares partieron al destierro.
En los 60s, dos corrientes de renovación asomaron en los dos partidos populares más importantes. Una al interior del APRA  y otra desde el interior del P.C. Posteriormente, desligados de sus respectivos partidos, se formaron el  MIR y el Ejército de Liberación Nacional. El objetivo histórico estratégico: ir al socialismo; y, el objetivo preciso programático: acabar con la servidumbre y resolver el problema de la tierra a través de la reforma agraria.
Esos movimientos fueron derrotados militarmente. La Reforma de Velasco hizo parcialmente las medidas por las cuales se dieron los movimientos guerrilleros. Quedaron en el recuerdo y en la historia esas acciones. Y como la experiencia nacionalista no se sustentó en la población organizada, se produjo una contrarreforma y la derecha volvió al redil y desmanteló lo avanzado.
En los 60s y los 70s, la izquierda se arraigó en sectores sociales importantes. En el magisterio se formó el SUTEP; en el campesinado, la CCP lideró jornadas de tomas de tierras, y la CNA encarnó una propuesta de gestión agraria, la CGTP retomó la representación de los trabajadores; la FEP, la de los estudiantes. Esa fue una acumulación de las fuerzas de izquierda cuyo logro más importante fue la derrota de la dictadura. En  ese devenir, crecieron y se hicieron símbolos Emiliano Huamantica, y, posteriormente, Horacio Zeballos. 
La vuelta a la democracia formal, proceso iniciado después del paro del 19 de julio de 1977, significó el retorno de un gobierno pro sistema y el inicio de un largo periodo de violencia de un grupo que a nombre del Partido Comunista prometía avanzar por el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui. Todos los actos criminales que cometió, incluyendo el asesinato a líderes populares, militantes de izquierda, gente sencilla, nada tenían que ver con lo que era y es un proceso transformador y menos con el pensamiento del Amauta; y sin embargo, fue la izquierda la que cargó con un pasivo que no era suyo. La derecha y el imperialismo hábilmente asociaron izquierda con terrorismo y violencia.
Pese a ello y gracias a su propia acumulación vasta y dispersa, se pudo lograr la unidad con I.U. y  se conquistó el gobierno local de Lima. Después vino la debacle.
La primera derrota importante de aquel periodo fue un autogol. La izquierda fue incapaz de conservar su unidad. No se tuvo en cuenta algo elemental: jamás se une nada desde la diferencia sino de las coincidencias. Es difícil para un sector no informado ni avisado entender por qué existe diversidad de izquierdas, como también es difícil entender cómo es que los dirigentes con sostenibilidad cognitiva propia no han podido entenderlo.
Las izquierdas no son lo mismo en términos ideológicos y doctrinarios. El error, que en gran parte explica su crisis es desentendimiento que la ideología en un frente de izquierda importa o debería importar nada o muy poco. Ningún intento de unidad será coronada con éxito si se pretende construirlo desde las diferencias ideológicas.
La unidad de la izquierda y de los sectores progresistas debe ser Programática. ¿Qué objetivos tiene la unidad? ¿Solo obtener curules? ¿Puede ser la izquierda en todas sus gamas, desde la marxista hasta la progresista, una alternativa de gobierno y de poder? ¿Es sinónimo de reformismo y traición el camino electoral?
Eso debe estar sobre la mesa de un debate alturado. El no tenerlo en cuenta esto hizo estallar a la IU y ha impedido la unidad en las tres últimas décadas.
De otro lado, la izquierda peruana no ha hecho estudio e investigación. Se ha nutrido (o desnutrido) de gremialismo y no ha hecho ninguna trabajo serio por interpretar la realidad nacional. Mariátegui ha sido un maestro con escasos discípulos. Los más notables son sin duda: Alberto Flores Galindo, Iván Degregori, Wilfredo Kapsoli. De los sobrevivientes de la lucha guerrillera, Héctor Béjar es un intelectual destacado. No hay, a diferencia del 60 y 70 un colectivo de intelectuales y artistas de izquierda.  
Es explicable entonces por qué desde que se inició la ofensiva neoliberal la izquierda no ha hecho ningún estudio serio sobre las clases sociales en el contexto de la globalización. El capitalismo del Perú, hasta mediados de los 70s tenía rostro; hoy el capitalismo es un sistema sin rostro. Posiblemente eso hace difícil un estudio.
Cuando la izquierda ha estado en la conducción de los espacios de gobierno, no se ha diferenciado sustancialmente de la gestión de la derecha. Sin imaginación, se posesionó de los gobiernos para administrar la rutina. Sin capacidad de imaginar ni soñar nada nuevo ha hecho y ha repetido lo que cualquier opción política del sistema hace. Hasta en la práctica de la coima y la corrupción siguió las huellas de la derecha. Gestiones como la de Alfonso Barrantes y conductas como la de Javier Díez Canseco son un modelo y un ejemplo que marcan la diferencia.
La izquierda necesita autoevaluarse y renovarse integralmente, más allá de lo generacional, más allá de la coyuntura.
De renovarse integralmente será un referente medular para quienes apuestan por el futuro.


domingo, 13 de diciembre de 2015

MERCEDES SOSA: LA REBELDE CONVICCIÓN DE SU CANTO.

ENTREVISTA DE JULIO YOVERA 
PUBLICADA EN CORREO DE PIURA (7 DE ABRIL DE 1974)

En abril de 1974, Mercedes Sosa estuvo en Lima y en Piura. Recuerdo que Renán Estrada, entonces director del diario Correo de Piura, me llamó a su oficina para decirme: la señora Mercedes Sosaviene, tienes que entrevistarla. Nunca me dijo por qué me eligió a mí para tan grata jornada, tampoco le pregunté.
El viernes 5, fui a verla al ex hotel de Turistas. Me acompañaba Aldo Cango, digamos que era el Chino Dominguez de Piura. Nos recibió y, mientras desayunábamos íbamos preguntando y anotando lo que nos decía. La entrevista se publicó el domingo 7 de abril en las páginas 11 y 13. Cuando me trasladé a Lima y en los ajetreos propios de quienes abrazamos un compromiso con una izquierda más exigente que la de ahora, perdí la entrevista.
Tiempo después, Roque Pablo Mondragón pudo recuperarla, mas, el huayco de Chosica se llevó mis papeles y demás. Creí que nunca la recuperaría; sin embargo, pocos meses antes que Rafemole partiera, en uno de mis retornos a Piura, me dio un sobre y me dijo: he recuperado parte de tus escritos publicados en CORREO; lo abrí y le di una mirada rápida; estaba la entrevista, que hoy doy a conocer en este espacio virtual. De modo que la publicación es un homenaje a Mercedes Sosa, la voz más representativa de la canción popular latinoamericana y a Rafemole, el hermano bueno de los poetas, los escritores, los periodistas, los políticos honrados, los dirigentes gremiales.
La entrevista la publico exactamente como apareció en el diario.
“Lo que yo interpreto motiva al pueblo y lo ayuda a despertar”
“La canción apolítica es la canción política de la Reacción”
“Víctor Jara era consecuente con el pueblo, por eso lo han matado”
. América ha despertado. Los hombres reclaman la alegría. Mueren creciendo y viven siempre. La lucha es a muerte: el águila agresiva con el cóndor; el primero con sus metrallas; el segundo, con sus hondas y piedras. América chola lucha su derecho legítimo a la vida: “le canto a la vida que me ha dado tanto”.
Mercedes Sosa canta para aquellos que luchan por la libertad. Canta el himno del trigo y el maíz, la yuca y el olivo: “campesino, campesino, cuando la tierra sea nuestra”. ¿Pero, qué sucede? ¿Quién es ésta recia y brava “invasora” que se atreve a tanto? Es MERCEDES SOSA, la nativa mensajera de la canción rebelde.
CORREO: Mercedes, ¿por qué cantas?
MERCEDES: Vos escribes y cumples una tarea; yo canto para cumplir una tarea. Mi tarea es agradable. En una lucha específica tenemos una tarea específica, la mía es entregar canciones al pueblo, cantar para él.
(Pienso en tu actuación acá en Piura. Esperabas a los obreros, campesinos, estudiantes, pero a esa hora, a esa misma hora, los campesinos estaban acompañados de la noche, sumidos en sus rústicos y grises caseríos; los obreros después del fatigado trabajo de la fábrica, estaban bajo sus techos de esteras agrupados en los llamados pueblos jóvenes)
CORREO: ¿Te consideras una artista del pueblo?
MERCEDES: Los explotados tienen sus artistas, siempre los tuvo: yo soy para ellos y vivo por ellos. En el arte hay un aspecto creativo y otro recreativo; el último es el resultado del primero. Las canciones frívolas, por ejemplo, incrementan la frivolidad. Mis canciones al recrear cumplen una función social y política. Los artistas “apolíticos” no han existido nunca. Los “apolíticos” han sido creados por la reacción.
CORREO: Dejas entrever que la música se divide en dos campos: música revolucionaria y música reaccionaria. Entonces, la belleza…
MERCEDES: ¡Un momento! Vayamos por partes. La música revolucionaria que interpreto motiva al pueblo y lo ayuda a despertar, pero hay que saber embellecer la canción. La música es un arte. La música revolucionaria tiene un elevado nivel estético. La belleza musical es del pueblo. Aun cuando nos odien no pueden negar que nuestra música tiene belleza y es revolucionaria. No estoy de acuerdo con el panfleto musical.
(Pienso: tiene razón. La música “pura” y “apolítica” es obra de la agresión cultural del imperialismo para reforzar su dominación económica. Promocionan a los cantantes frívolos para que ellos siempre la vacuidad ideológica en las mentes dominadas del pueblo)
CORREO: ¿Qué reflexión harías sobre la sociedad actual y sus artistas?
MERCEDES: La sociedad actual no es homogénea, hay clases sociales; hay explotadores y hay explotados. Los artistas, todos, absolutamente todos, están con los explotadores o con los explotados. Entonces, los artistas son revolucionarios o son reaccionarios. Los artistas reaccionarios no se declaran tales pero eso no niega lo que son.
CORREO: Las canciones que tú cantas, que canta Soledad Bravo, que cantó Victor Jara y otros, se les llama canciones de protesta; estás de acuerdo con este calificativo?
MERCEDES: No, no es correcto llamarlas canciones de protesta. La burguesía a través de sus canciones también protesta, tú conoces lo intrascendente y frívolo de estas protestas. La música enloquecedora de los jóvenes norteamericanos son protestas a lo complementario, no a lo fundamental de la dominación imperialista.
El hecho de estar con tus canciones, con tu vida al lado del pueblo es motivo suficiente y poderoso para que los explotadores sepan quién eres. Sé –tú lo sabes- el disgusto que crean tus canciones entre los reaccionarios por interés y convicción.
CORREO. ¿Tienes enemigos?
MERCEDES: Sí… tengo muchos enemigos, son los mismos que tiene el pueblo, pero, hoy no quiero hablar de los enemigos, sino de los amigos.
CORREO: Tú has escogido un medio muy nuestro para llegar con tus canciones a las masas: el folklore. ¿Por qué?
MERCEDES: Porque tomarlo y usarlo significa recatar nuestra cultura que fue saqueada, triturada y deshecha por los españoles; lo que hicieron es imperdonable. Nos tuvieron de rodillas muchos siglos pero ahora volvemos a pararnos.
(Volvemos a pararnos….)
CORREO: ¿Qué conoces de Vallejo?
MERCEDES: Antes quiero decirte que la burguesía “quiere” y “ama” a una personalidad “exquisita” de Vallejo y niega al Vallejo comunista, al Vallejo militante. En todos los fardos escritos por la burguesía sobre Vallejo hay una intención: negarlo.
Hemos musicalizado dos poemas de Vallejo “Terceto Autóctono” y “A mi hermano Miguel”
(Le hablé de Masa y me dijo que quería llevarlo a las pampas y luego dispensarlo por el mundo)
CORREO: Queremos que nos hables de los sucesos de Chile, de Víctor Jara, ¿puedes?
MERCEDES: En Chile triunfó la bestia.
En “Plegaria de un Labrador” está Víctor Jara, es el creador del pueblo que tiene sed de auroras. Es una canción hermosa que voy a cantar siempre. Víctor tiene una composición que no va a poderse cantar se llama “Muchacha de un Telar”.
CORREO. ¿Por qué no se va a poder cantar?
MERCEDES: Porque “Muchacha de un Telar” es el canto a la liberación de la mujer chilena que estaba empezando. Es un canto a la mujer que estaba dejando de ser prisionera de la fábrica, prisionera del horario y del salario.
CORREO: ¿Crees en la revolución chilena?
MERCEDES: Creo en la revolución, en una sola, la de los explotados.
Supe de la muerte de Víctor en España. En España está Franco, todo está controlado, pero hay hechos que no pueden ocultarse. Imagínate lo que fue para mí tener noticias de una muerte tan lamentable. A Víctor lo asesinaron horriblemente, antes las manos, esas manos que solo sabían tocar la guitarra, pero que estaban dispuestas a tomar el fusil.
Los asesinos han matado y tenemos que odiarlos, que saberlos odiar. Tenemos que cantar la vida y condenar la muerte. En los hechos de Chile estuvo presente la solidaridad revolucionaria, el internacionalismo de los pueblos.
Finalmente, quiero decirte algo, siempre, hasta que me muera hablaré de Víctor Jara, en mí ya nunca estará presente la zamba alegre. No se puede estar alegre si lo que se expresa es el sufrimiento. Después de lo de Chile, nunca, nunca, fue tan duro como ahora.
Dejamos a Mercedes. Salimos por las calles de esta Piura calurosa y recordamos que allá en su patria, la zamba está sangrando desde el alma.


(Han pasado los años. Mercedes ya no está. La recuerdo joven, bastante triste, y me animé a rescatar esta entrevista publicada en un diario al que serví y que después me acusó con especial desprecio, como si no me hubieran conocido nunca. Pero, también de esa época viene el enorme afecto que tengo por los amigos que decidimos hacer un arte con sello libertario)

viernes, 11 de diciembre de 2015

DE EXTIRPACIONES E IDOLATRÍAS

DE EXTIRPACIONES E IDOLATRÍAS
¿A qué isla te llevaron las olas de ese mar
De prejuicios?
No lo sabes.
Solo recuerdas que una madrugada
Sin luna, se abalanzaron sobre ti:
Decapitaron tu memoria.
Te hicieron creer
Que cuando dormías,
Los demonios bailaban sobre tu sexo,
Que, lascivos, paseaban sus lenguas por tus pezones,
Que en tu ombligo, las mariposas rosaban sus alas de azufre.
Que eras criatura del mal.
Lloraste.
Te sentiste maldecida;
Pero hiciste bien, empezaste a luchar.
Y no reconociste ese estatus de luciérnaga extraviada…
Julio Yovera.

jueves, 10 de diciembre de 2015

SI SUPIERAS


Si supieras que soy un hombre triste
vendrías con tus palabras
de humor y me llenarías 
los poros de mi piel con tu alegría.
Se pondría redonda la cara de la luna
y el mar se echaría a bailar
como un campesino salpicando con
flor de algodonero su sombrero.
Si supieras que soy un hombre alegre
vendrías con tus palabras
de melancolía y me quedaría silencioso
escuchándote.
Y nos diriamos:
¿dónde estuvimos todo este tiempo?
¿A donde nos llevaron los vientos de la vida?
Y no serias más la patria que perdí
y no seria más la sombra que camina.
Es duro ser poeta,
Es duro y complicado.
Julio Yovera.

AYACUCHO EN LA HISTORIA


Por Julio Yovera.
Este 9 de diciembre ha pasado desapercibido en la memoria del país y del pueblo. Ningún medio masivo de comunicación, ningún partido político o movimiento cultural, recordó la batalla que selló la independencia del Perú de la dominación española.
Una vez más, demostramos que frente al pasado tenemos memoria corta y frente al futuro padecemos de un leucoma que nos impide mirar hacia el mediano y largo plazo que se anuncia de manera brumosa.
La batalla de Ayacucho se realizó el 9 de diciembre de 1824. De manera formal, la independencia se proclamó el 28 de julio de 1821, pero España, como cualquier otro imperio, no renunció a sus dominios y hasta que no fueron derrotados en el campo de batalla se negaban a admitir los hechos. No olvidemos que la corona española se aferró a su colonia hasta más allá de 1936 y tuvo que ser derrotada en el combate del 2 de mayo de 1866, para que aceptara que como imperio no iba más.
Los cronistas e historiadores de la batalla en la Pampa de la Quinua registran el sacrifico y la hazaña de los héroes, que convertidos en relámpagos, recorrían el escenario de la confrontación. Y, en efecto, esos seres fueron de aquellos que saben que si se asume el coraje que dan las causas justas, se abren las puertas de la inmortalidad
Así aconteció  con los jefes guerreros: Antonio José de Sucre; Agustín Gamarra; Guillermo Miller, José María Córdova, José de La Mar, Jacinto Lara. Todos ellos conformaban la jefatura del Ejército Libertador de América del Sur.
Bien vale la pena hacer la siguiente reflexión: No era éste un ejército continental? Lo era y es que para el sentido común de la burguesía criolla y emergente, la suerte del Perú era también la suerte de nuestro continente.
También nos merece reflexión lo que el poeta alemán y militante comunista (para escozor de la derecha)  Bertolt Brehct decía en uno sus inmortales poemas ¿por qué no registra las historia los nombres de la gente sencilla que también hizo historia?
En esta batalla también estuvieron los Quispe, los Mamani, los Sulca, los Juan Mazorca, Los Pedro Papa. Nadie habla de ellos; pero que estuvieron en el frete de batalla, pues, estuvieron; matando y muriendo por una patria, por un país libre. Sueño que todavía no se alcanza.
Los dos proyectos emancipadores quedaron truncos: los de las poblaciones nativas que encarnó Tupac Amaru II y el proyecto de los sectores criollos revolucionarios. Los dos fueron hechos a un lado por una burguesía que quisiera que todos se vuelvan amnésicos y que solo se entretengan en una contienda donde las cofradías entreguistas compiten con ventaja.
No seamos hechuras de su vocación apátrida. Hagamos lo que debemos. Y en fechas como ésta, recordemos y honremos a todos los que en el campo de batalla lucharon y murieron por ideales superiores. Aquí queda sembrada en el alma esa frase hermosa que Javier Heraud diría casi siglo y medio después:
“Porque mi patria es hermosa
corno una espada en el aire,
y más grande ahora y aun
más hermosa todavía,
yo hablo y la defiendo

con mi vida”.